¿NOS OBLIGARAN A CAMBIAR NUESTRA ALIMENTACIÓN?
Articulo publicado el día 28/08/2022 en el diario Jaén.
La población humana mundial, en el año 2020, fue de unos ocho mil millones (8.000.000.000). Las previsiones de la ONU para el 2050, andan alrededor de los nueve mil ochocientos millones (9.800.000.000) y para el 2100, once mil doscientos millones (11.200.000.000). Está claro que esta progresión no es posible. La población tiene que frenarse; yo diría que debería disminuir, si queremos que todos los que no tienen una vida digna la alcancen. No habrá comida para todos. Necesitaremos más tierras para la agricultura y la ganadería. Hoy consumimos 1,7 veces lo que el planeta es capaz de generar en un año. La situación es insostenible y no se puede prolongar en el tiempo.
Autor: Antonio Rodríguez Rodríguez.Escena muy frecuente en el mundo pastoril. Ante cualquier trabajo campestre los vecinos se reúnen para colaborar. Uno de ellos, normalmente el beneficiado por el trabajo, sacrifica un choto (denominación que le dan por estas tierras al cabrito). La sartén, en la que se elabora, sirve de plato para todos. Como único cubierto se utiliza la navaja. Con las prohibiciones que paulatinamente nos están imponiendo, al final seremos todos vegetarianos. Posiblemente escenas como estas, bien de forma directa o indirecta, serán vedadas; llegará el día que será difícil verlas. Claro está, hasta que alguien de un golpe en la mesa y ponga los h… donde hay que ponerlos. ¡Basta ya de tantas prohibiciones!. Nuestro tubo digestivo y nuestro organismo viene en serie para ser omnívoro (comedor de carne y vegetales). Una dieta natural vegetal es insuficiente para mantenernos. Los que siguen esta alimentación tienen que recurrir a suplementos para compensar las deficiencias de las que adolece. Por otro lado, ¿Qué hacemos con los que piensan que la plantas sienten tanto como los animales? Yo quiero vivir de forma natural. Que cada uno coma lo que le apetezca. No impongo nada, pero tampoco quiero que me impongan nada.
Se
está investigando para conseguir una dieta que permita la regeneración del
planeta. La alimentación futura tendrá más vegetales y menos carne. Cada vez
son más las industrias que utilizan proteínas alternativas a la carne y le dan
a sus platos un gusto similar. Otra forma de alimentarnos nos aguarda. Comeremos carne de animales vivos,
leche y huevos de procedencia no animal, insectos… Esto se puede decir que hoy
es prácticamente una realidad. Los huevos pueden ser producidos a base de
plantas, con una yema líquida y una clara perfecta. El sabor y la textura son
también similares a los huevos de las aves, y no tendrán colesterol, al menos
así reza en la publicidad. Son varias las empresas que se han apuntado a esta
carrera. Uno de estos huevos fue producido a base de proteínas de guisante y la
yema contaba con alginato. Como es normal, poseía cáscara. En
definitiva, su aspecto, no difería en nada al que estamos acostumbrados a ver.
Se espera que para final del
año 2022, algunos de estos huevos, estén en los lineales estadounidenses.
En Londres, el investigador
Mark Post presentó la primera hamburguesa de carne que no provenía de un animal
sacrificado, desarrollada en el laboratorio a partir de células de vaca.
Pasadas todas la pruebas de control alimentarias, se degustó. Los que la
consumieron dijeron que era idéntica a la carne tradicional. El color rojo se
lo dieron con jugo de remolacha. El sabor a carne, que se debe al contacto de
la hemoglobina sanguínea con el fuego, lo consiguieron con un producto obtenido
de las raíces de ciertas leguminosas a las que sometieron a una técnica de
fermentación.
Otro producto que pronto hará
su aparición son las proteínas lácteas de origen no animal, producidas a partir
de microorganismos mediante fermentación. Con esta tecnología se pueden
producir gran variedad de preparados lácteos desde quesos a leche cruda. Al
igual que ocurre con el huevo, el sabor, valor nutritivo, textura… son iguales
a la leche del vacuno.
La pechuga de pollo cultivada,
el foie gras sintético, las salchichas que imitan a las originales… son
productos sobre los que se está trabajado para que no haya muerte animal.
Las ventajas que dicen tener
estos preparados son:
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Beneficiarán el medio ambiente, al no necesitar una gran carga ganadera.
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Serán más baratos.
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Se podrán eliminar aquellos componentes no deseables: grasas, huesos…
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No tendrán residuos: antibióticos, pesticidas, herbicidas…
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Serán capaces de alimentar a una población mundial en expansión.
Algunos
de estos puntos los pongo en duda. Los herbicidas, pesticidas… si son elaborados
con vegetales, lógicamente los arrastrarán. Los conservantes serán necesarios,
la energía será imprescindible para su elaboración… en fin, posiblemente sean
la panacea para alimentar al mundo; el tiempo lo dirá. Dice el refrán: No hay rosas sin espinas.
Ha llegado la noche. Las ovejas descansan tranquilas mientras la mastina permanece atenta ante cualquier acontecimiento que pueda alterar la paz del rebaño. Muchos siglos de selección ha llevado a obtener perros de este tipo. Desde que en el 2015, Nueva Zelanda, primer país en aprobar la ley de bienestar animal en la que considera a los animales como seres sensibles y conscientes, se han dado muchos pasos, desde mi punto de vista, de forma equivocada en innumerables ocasiones. A los animales se les debe dar un trato digno, pero al igual que las personas, para alimentarse deben realizar un trabajo. Si seguimos por el camino que nos están marcando, con tantas trabas y prohibiciones, perros como el que aparece en el video desaparecerán.
En las conversaciones mantenidas con familiares y
amigos, casi todo dicen: yo no comeré de
eso, pero el hombre es un animal de costumbres. Si observamos la
alimentación de los diferentes países, incluso de regiones, vemos como en cada
una de ellas los platos se elaboran con distintos ingredientes: culebras,
lagartos, insectos, picantes, murciélagos, caballos, perros, gatos… hay
productos que unos consumen y otros rechazan. La publicidad es otro factor a
tener en cuenta; el bombardeo constante al que nos someten hace que terminemos
viendo normal lo que nos ofrecen. La uniformidad del producto también ayuda a
su consumo; al que le gusta una hamburguesa de una gran cadena, la consumirá siempre,
pues sabe que la que le sirven en Madrid es exactamente igual a la de París: educan
nuestro paladar. Recuerdo cuando apareció leche en botella; costaba consumirla,
tenía un sabor raro, ahora la tomamos
sin problema y a lo largo de los años siempre sabe igual. La leche natural
difiere en grasa y sabor según la estación del año y alimentación. La nata que
hacia la leche al cocerla era un manjar, hoy si nos pasamos un poco y hierbe,
la pequeña película que hace la tiramos. En definitiva, terminaremos comiendo
lo que nos ofrezcan; sobre todo las generaciones venideras. Un ejemplo de esta
evolución es que nuestros hijos comen distinto a nosotros.
Esto no quiere decir que vayan a desaparecer los
productos cárnicos y lácteos, aunque disminuirá enormemente su consumo. Serán
productos gourmet; sobre todo los curados: Jamón, cecinas, mojama, quesos
añejos…
Articulo publicado el el diario Jaén el día 28/08/2022. Las fotos y los pies de foto no figuran en la publicación.
Bibliografía:
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https://portalechero.com/carne-leche-y-huevos-israel-los-hace-sin-animales/
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https://www.libremercado.com/2019-11-03/huevo-laboratorio-gallina-1276647227/
Autor: Antonio Rodríguez Rodríguez / veterinario y ganadero.
Blog: https://vidapastoril.blogspot.com/
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