Ver la realidad, no es pesimismo.
El
25 de octubre falleció nuestra amiga Rosa. En el tanatorio coincidimos, con otras dos
buenas amigas: Sole y Maricarmen. Hablamos de la alegría, la fuerza y optimismo
que derrochaba y lo han comparado con el desánimo que les emanan mis escritos,
en lo referente a los tiempos que atraviesa el planeta. Me reprochan que no les
dé una luz de esperanza.
Desde
que se originó la vida en la tierra, hace cuatro mil millones de años, sin
saberse el motivo, cada cierto tiempo, se produce un cambio brutal en el medio
que conduce a una extinción masiva de especies animales y vegetales; unas
desparecen y otras continúan evolucionando a lo largo del tiempo. En la
historia del globo terráqueo ha habido 5 extinciones masivas. Con la última,
ocurrida hace 65 millones de años, desaparecieron las tres cuartas partes de los animales
terrestres; entre estos los dinosaurios.
Se
considera una extinción masiva cuando desaparece el 10 % o más de las especies
a lo largo de un año, o un 50 % o más entre uno y tres millones y medio de
años.
Hace
unos 11.000 años, el clima del planeta se estabilizó y el hombre comenzó su
caminar agrícola y ganadero, iniciando con ello el daño a los ecosistemas, que
aumentó con la revolución industrial, desarrollo del ocio, nuevas tecnologías… hasta
llegar al punto en el que nos encontramos hoy. Olvidó que todos los seres vivos
nos necesitamos, y que la pérdida de uno puede hacer que la pirámide se desmorone.
Estamos invadiendo, destruyendo y agotando los recursos, y como cualquier plaga, si seguimos a este ritmo, moriremos de hambre. Nos aproximamos a un punto de no
retorno: la sexta extinción y vuelta a
comenzar. Lo que no sabemos es si el hombre sobrevivirá. Hay especies que
solo se desarrollan al amparo de otras. La desaparición de una de ellas puede
suponer la desaparición de varias. Unas dispersan simientes al alimentarse de
frutas y eliminarlas en sus excrementos. Algunos insectos necesitan estos
excrementos para sobrevivir y otros se alimentan de los insectos… como vemos todo
es una cadena cuya ruptura, ya comenzada, puede traer graves consecuencias. Si no
se repara y el ser humano sobrevive se va a encontrar un planeta muy pobre.

Carlos Palacios Riocerezo, veterinario y profesor titular de producción animal de la Facultad de Ciencias Agrarias y Ambientales de la Universidad de Salamanca, según sus investigaciones, manifiesta: las vacas no son malas para la biodiversidad. Las que pastan en sistemas adehesados favorecen la presencia de mayor número de especies y a la vez impiden que otras se desarrollen en exceso, por ejemplo, los jabalíes; siempre que la carga ganadera sea la adecuada.
La administración debe favorecer la ganadería extensiva con cargas ganaderas bajas; no hay que eliminar las vacas. Las que realizan trashumancia son aún más beneficiosas
No
hay lugar de la tierra donde, hoy ayudado por la tecnología, el hombre no
llegue. Las exploraciones, antaño muy complicadas, ahora se realizan en vehículo
e incluso entran dentro de las rutas turísticas. Cualquiera puede escalar una
montaña. Existe el turismo de grandes cimas; en el pasado reservado para
intrépidos con grandes condiciones físicas. Se buscan todo tipo de minerales:
oro, piedras preciosas, materiales para las
tecnologías… lo que supone
contaminación, residuos… en definitiva matar el planeta poco a poco.
La
población aumenta https://www.blogger.com/blog/post/edit/preview/8894108727011584326/7834673573332173685y con ella la contaminación, al mismo tiempo que disminuyen
especies y recursos.
Un
grupo de científicos Johan Rockström, Will Steffen… dicen que hay 9 límites
críticos o parámetros interconectados, que hacen estable la vida terrestre, y que
no se deben sobrepasar; superar uno solo puede desestabilizar el planeta,
generar cambios irreversibles y llevar al colapso de nuestra sociedad. Debemos
actuar rápido. Nuestro margen para hacerlo es cada vez menor. De los nueve ya
hemos sobrepasado cuatro. Estas fronteras son:
Integridad
de la biósfera o pérdida de biodiversidad.- sobrepasado
en mucho, encontrándose en riesgo alto, con elevadas posibilidades de producir
cambios irreversibles a nivel planetario.
De los 8 millones de especies (animales y vegetales) que habitan el
planeta, un millón están en peligro de extinción y otras se dan por
extinguidas.
Cambio
climático.- Desde la revolución industrial hasta nuestros
días, la temperatura de la tierra ha aumentado 1,1º C. Lo que ha llevado a
fenómenos climáticos extremos: sequías, inundaciones, olas de calor… según la
ONU en la actualidad se producen 5 veces más desastres meteorológicos que en
1970. Para impedir que las consecuencias sean peores el aumento no debe superar
los 1,5ºC. Si seguimos a este ritmo a final de siglo la temperatura habrá
aumentado 4.4ºC; sería una catástrofe total. En la actualidad se emiten 40.000
millones de toneladas de carbono anuales. A este ritmo llegaremos al límite en
7 años.
Flujos
bioquímicos.- otro límite también superado. Aquí
tendríamos entre otros los ciclos de nitrógeno y fósforo. El uso excesivo de
estos productos en agricultura contamina las aguas, dañando la vida acuática.
Reducción
de la capa de ozono.- En este problema el mundo actuó
eficientemente. En 1987, mediante el tratado de Montreal, los países se pusieron
de acuerdo y prohibieron los clorofluorocarbonos (CFC), sustancias responsables
del problema. Con ello, el ozono se ha ido recuperando paulatinamente y hoy lo
podemos considerar superado. El ozono evita que grandes cantidades de
radiaciones lleguen a la tierra, como los rayos ultravioletas que provocan cáncer
de piel en el hombre y daños en los ecosistemas.
Cambio
del uso del suelo, la deforestación, o lo que es lo mismo, transformar la tundra, bosques, humedales, selvas… en tierras para el ganado y
agricultura. Límite que también hemos sobrepasado. La vegetación es muy
importante para regular el clima y para el mantenimiento de la biodiversidad;
capta el carbono que emitimos a la atmósfera y contribuye a la producción de
lluvias. La Amazonía está sufriendo una gran deforestación, hasta el punto que
su temporada seca ha aumentado seis días por cada década desde los años 80. Un
alargamiento de esta temporada en más de cuatro meses llevaría a la muerte del
arbolado y su transformación en sabana. La pérdida de selva hasta hoy
se cifra en un 20%. Frenar la deforestación y repoblar ayudaría a regular el
clima.
Acidificación
del océano.- límite no sobrepasado pero nos encontramos muy
próximos a traspasarlo. Los corales mueren. La acidificación de los mares ha
sido, a lo largo de la historia, la chispa que produjo varias
extinciones masivas. Este proceso está estrechamente ligado al cambio
climático. Si este último se mantiene, los océanos permanecerán dentro de los
límites aceptables de acidificación.
El
agua dulce.- El uso de este elemento está hoy dentro de los límites
considerados como seguros, aunque estamos caminando a pasos agigantados hacia
los de riesgo. Debemos de pensar que solo el 2,5% del agua del planeta es
dulce, porcentaje que se reduce sobre todo a consecuencia de una agresiva
agricultura intensiva. La desalación es posible, pero requiere energía que a su
vez redunda en perjuicio del clima.
Nivel
de aerosoles atmosféricos.-
Un nivel que los científicos no saben cómo medir ya que son nuevos y no
pueden calcular las repercusiones que emanarían de ellos, al no haber existido
en los últimos 11.000 años. Sabemos que respirar el aire contaminado produce la
muerte prematura de 800.000 personas al año y afecta al clima. Estas partículas
microscópicas se originan principalmente por la quemas de combustibles fósiles,
incendios…
Nuevas
entidades.- Son miles de sustancias nuevas introducidas por
el hombre: microplásticos, material radiactivo…
La ganadería extensiva es fundamental en la producción de alimentos y en el control de la vegetación en los suelos nos cultivados. Los ganaderos antiguos llevaban varias especies de animales que se complementaban en el aprovechamiento de los pastos. Los “merineros”, palabra que designaba a los trashumantes que movían las ovejas merinas, también pastoreaban caballerías (mulas, asnos y yeguas) y cabras. El ganado equino lo destinaban a las zonas de pastos más bastos, las cabras a los lugares de monte y de difícil acceso. Las ovejas, comían las mejores hierbas. Entre los ovinos también había clases, los prados más nutritivos eran para las paridas.
Sole y Maricarmen, conocemos los problemas, no
podemos mirar hacia otro lado. Ahora, a buscar las soluciones. La colaboración
de todos es primordial. Lo no realizado hoy mañana no tendrá remedio. Con
pequeños gestos podemos salvar el planeta.
¿Qué
hago yo?: No tirar de la cadena cuando orino, rechazar cualquier bolsa de
plástico, utilizar el teléfono para lo imprescindible, caminar siempre que
puedo dejando el coche aparcado, evitar viajes inútiles… parecen tontería. Pero mirad las cuentas.
El
embalse de la Serena (Badajoz), el tercero más grande de Europa, tiene una
capacidad de 3.220 hectómetros cúbicos de agua. Puede abastecer a toda
Extremadura durante más de 30 años. La cisterna del baño contiene 10 litros.
Una persona orina 6 veces al día. Si tirara de ella solo 2 veces, ahorraría 40
litros de agua al día. España, a 1 de enero de 2022, posee 47.435.597 habitantes.
Con este gesto se economizarían 693 hectómetros cúbicos de agua al año. Suficiente
para abastecer Extremadura durante 6,5 años.
A este ahorro habría que sumar la energía que se gasta en depurar el
agua, canalizarla a las ciudades…
Si
rechazáramos una sola bolsa de plástico al mes, suponiendo que pesara muy poco
(2gr). Ahorraríamos 1.138.454 kg de plástico y la correspondiente energía para
realizarlo, trasportarlo, reciclarlo…
Si
la redes sociales: internet, WhatsApp… fueran un país, seria considerado el sexto mas contaminante del mundo (según datos del año 2020). Desde esa fecha a hoy, ha aumentado mucho su utilización. Cada vez que tomamos el móvil y lo encendemos
gastamos energía y contaminamos.
Seguro
que habréis visto alguna vez viajando, bolsas grandes llenas, muy
próximas unas de otras, en la cuneta de la carretera. Es una pequeña fracción de
la basura que unos incívicos han tirado y que antes o después contaminará ríos
y mares.
Y
como estas pequeñas cosas hay miles. Derrochamos. Somos irresponsables. No es
pesimismo, es una realidad que hay que afrontar. Esto es como la fábula de la
cigarra y la hormiga; cuando llegue la época de las vacas flacas nos
acordaremos, sin remedio, de lo que no hicimos. Así que Sole y Maricarmen,
menos congoja y más actividad. Y recordemos una cosa: el
mundo, aunque pueda parecer grande, es limitado y todo se termina. Cuando dicen
hay que aumentar el consumo para relanzar la economía, es igual que decir
contaminemos y agotemos recursos para que unos pocos se enriquezcan. Da igual
que lo comprado no sea un bien necesario. https://www.blogger.com/blog/post/edit/preview/8894108727011584326/3379086390205069072Si estás sentado en el salón de tu
casa y miras a tu alrededor; más de la mitad de lo que ves no tiene función
alguna; solo sirve para limpiarle el polvo: el centro de la mesa, la lámpara
auxiliar, el jarrón, el cuadro, los libros que compraste por metros, el espejo
en el que nunca te miras… objetos que en gran parte terminas deshaciéndote de
ellos.
Bibliografía
- Attenborough David / Una vida en nuestro planeta
- https://www.elespanol.com/enclave-ods/historias/20211206/teoria-limites-planetarios-sostenibilidad-frente-riesgos-climaticos/631687427_0.html
- https://www.lavanguardia.com/natural/20170708/423910711858/embalses-mas-grandes-espana.html
He de decir,que este gran señor es un buen hombre, veterinario y ganadero y gran persona. Conocedor y sabio en sus vivencias. Enhorabuena , Don Antonio.
ResponderEliminarYo me uno a la opinión anterior. Es un señor muy inteligente y realista. Y como persona. Inmejorableee!!!
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