Mundo pastoril en imágenes I




Con esta serie de fotos y videos explicados trato de que se aprecie más de lo que se ve a simple vista.  No se fijen en la calidad de la foto o el video. En la naturaleza los acontecimientos ocurren en un instante y hay que aprovechar ese momento.



Primeros de diciembre del año 2018. Rebaño de 2.300 ovejas y unas 50 cabras, de los hermanos García Rico, pasando “Puente Mocho”. Proceden de los campos de Hernán Perea. Destino: las dehesas de Arquillos. Los lugares en los que pasta el ganado y los caminos por los que trashuman (cañadas, cordeles…) están repletos de historia y de belleza. Puente Mocho es un puente romano, construido para sortear el rio Guadalimar. Separa los términos de Beas de Segura y Chiclana de Segura, pertenecientes ambos a la provincia de Jaén. De 100 metros de longitud. No sigue un trazado lineal; tiene una inflexión en la zona central. Construido por los romanos entre el siglo I y II d. C. Por él pasaba una vía llamada "Camino de los Cartagineses", un ramal de la vía Augusta, que conectaba Cástulo con Cartago Nova. Atravesando, justo por el centro, la población de Camporredondo y el Campillo, hasta fusionarse, próximo a Santisteban del Puerto, con la "vereda real". Se usaba, y hoy se sigue usando, para el tránsito trashumante. Por este puente pasó Santa Teresa en su camino hacia Beas, para fundar el primer convento de carmelitas descalzas de Andalucía. Volvió a cruzarlo cuando fue a fundar a Sevilla. San Juan de la Cruz también caminó por Puente Mocho, cuyo nombre parece ser que se debe a que no tiene barandillas de protección.



Primeros de junio de 2018. Cuatro ganaderos (Pedro Fernández, alias Pepe, José A. Nieto Morcillo, José Nieto y Pedro José Soria) se unen para trasladar sus rebaños, unas tres mil ovejas, desde la comarca del condado de Jaén a los pastos de verano del municipio de Santiago-Pontones, también en la provincia de Jaén. Siete jornadas de camino. Las ovejas marcharán partidas en dos hatos, aunque siempre existe la posibilidad de que en un determinado momento se junten. El motivo de dividirlas en dos atajos es que tres mil ovejas son difíciles de manejar. Cuando lleguen a destino habrá que separar los animales de cada ganadero. Para facilitar esta labor acuerdan un sistema de marcas. Uno le coloca un punto rojo a la altura de la cruz, otro una letra en la riñonada, el siguiente nada… 



Junio de 2018. Poco antes de llegar al Campillo (Jaén). Las mallas tiradas en el suelo o mal puestas son un riesgo para los animales. Los enredos son frecuentes y peligrosos. Hay que ir atentos al ganado. En una situación como esta es imposible desenredar a la oveja. En el zurrón del pastor siempre hay unos alicates o unas tenacillas para solventar casos como este. Aquí hubo que cortar la malla para poder liberar el animal.




  Autor: Antonio Rodríguez Rodríguez / veterinario / ganadero / pastor

   Blog: https://vidapastoril.blogspot.com/ 

   email: rodriguez0039@hotmail.com


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