Mundo pastoril en imágenes II
Hubo un tiempo en el que los pastores pasaban día y noche al cuidado de sus ovejas. No había, al igual que ocurre ahora, festivos ni vacaciones, aunque hoy la vida es un poco más relajada, las mallas, naves… permiten que al menos las noches y los periodos de descanso sean relajados. Pues bien, cuando los ganaderos dedicaban tantas horas a sus rebaños, conocían a cada uno de sus animales y crías. También hay que decir que antaño los atajos eran pequeños. Una familia vivía perfectamente con doscientas ovejas. Hoy, con quinientas medio vive. En el mundo actual no hay esa relación tan estrecha con sus reses y por tanto el conocimiento de ella es menor.
La legislación ha
cambiado y los requisitos que les exigen a los ganaderos han aumentado.
Cordero recién nacido. Nada más venir al mundo se le identifica con un crotal, que lleva por el lado interior el código de explotación, obligatorio según la ley. Por el lado exterior porta un número, para control del ganadero, que será apuntado en la libreta de paridera del pastor y que relacionará el cordero con el número de collar de la madre. De esta manera si la madre, por ejemplo, muere, se busca el cordero para amamantarlo; o si muere el cordero se busca la oveja para ponerle otro cordero y que lo críe. También se apunta la fecha de nacimiento. Con este sistema no es necesario conocer bien al ganado, ser pastor es algo más fácil.
Los crotales son de diferentes colores. La elección de un color u otro es a gusto de propietario. En este caso es de color rojo porque mi vecino los tiene amarillos. Si mi cordero pasa la malla de división de las finca, cosa frecuente, lo identificamos rápidamente.
Si una oveja bala insistentemente, seguro que le falta el cordero, en ese caso, si no lo encontramos, siempre se le dice al vecino para que se fije por si se ha pasado.
Diciembre de 2021. Santisteban del Puerto (Jaén), su casco urbano está cruzado por dos vías pecuarias. Sería más exacto decir que Santisteban ha invadido dos vías pecuarias. Las cañadas (anchura 75 metros), cordeles (anchura 37,5 m), veredas (anchura 20m)… en el pasado eran las rutas de comunicación y a su calor se fue asentando la población, como podemos observar que ocurre hoy al lado de las carreteras. El problema es que en algunos tramos han sido tan invadidas que han quedado reducidas a lo que justamente mide la calle. Pero siguen siendo paso de ganado y nadie lo puede impedir. Las vías pecuarias son bienes de dominio público de las Comunidades Autónomas y, en consecuencia, inalienables, imprescriptibles e inembargables, es decir, no se pueden vender, donar o ceder el derecho o el dominio que se tiene sobre ellas. Este derecho no prescribe por muchos siglos que pasen.
Las ovejas son animales excesivamente gregarios. Si las de delante caminan, lo harán todas. Si las primeras se paran, el resto las imitarán. Por ello va delante el pastor con la cabra, a la que las ovejas la consideran una más del rebaño y por eso la siguen. El ganadero la lleva cogida del collar y la cabra camina perfectamente a su lado.
El atuendo del pastor dista mucho de ser el tradicional. El paso de
carreteras le obliga a utilizar este chaleco. La gorra es también consecuencia
de una de las economías de mundo: la publicidad. Solo conserva del atuendo clásico
el garrote. El paso por la población va a someter a una poda rigurosa al pequeño
arbolado.
Junio de 2021. Hay trayectos en el que las vías pecuarias han sido invadidas por las carreteras. El ganado tiene que marchar por el asfalto, lo que supone un desgaste para sus pezuñas, y favorece el llamado por los ganaderos “aspeado “. Según el diccionario español es maltratarse lo pies por haber caminado mucho. En definitiva, el caminar por la calzada dura y rasposa va a ayudar a que, en trayectos tan largos como es la trashumancia, aparezcan las cojeras. Nos encontramos en la A-213. Los ovinos y caprinos caminarán desde el km 49,5 hasta el 51. El tráfico es cortado por la guardia civil.
Los mansos suelen
ser machos castrados de cabra que portan esquilas. Estas orientan al resto del
rebaño que sigue el sonido. En sitios conflictivos como es el paso de una
carretera, uno de los pastores se coloca entre el rebaño mandando a los
encencerrados hacia adelante para que vayan abriendo paso al resto del rebaño.
Autor: Antonio Rodríguez Rodríguez / veterinario / ganadero / pastor
Blog: https://vidapastoril.blogspot.com/
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