Ley de Derechos de los Animales y Bienestar Animal. "Colonias Felinas"
En
la revista Kiosko del 8 de noviembre de 2022. Escuché el audio: “Mesa de Opinión: Problemática de las
Colonias Urbanas Felinas (Gelves en las Ondas)”
He
visto, por decirlo de forma suave, poco ético, la afirmación del presentador de
sentirse orgulloso, al menos a mí me lo ha parecido, de no haber invitado al
debate a nadie que tenga un pensamiento dispar al que él tiene. Esta forma de
actuar se llama adoctrinar; muy diferente de la labor de un periodista que es
informar. Vuelvo a repetir que es la sensación que a mí me ha producido. No
digo que esa sea su intención.
El
“debate”, que no ha sido tal, ya que solo ha habido personas de una misma
opinión, ha tenido un nivel muy bajo, digamos de “corrillo callejero”, basado
en si a las personas les gustan o no los gatos: un problema menor. Se
han obviado los problemas verdaderamente importantes como son: el peligro para
la biodiversidad y la sanidad (tener un animal sin vacunar de rabia y trasmisor
en mayor o menor grado de enfermedades).
Hablan de bienestar animal ¿De quién? ¿De las especies que depredan los gatos?
No han entrado en la esencia del perjuicio de las colonias felinas.
Nuestra
sociedad está influenciada, dirigida, gobernada, orientada, manejada,
controlada, manipulada… principalmente por políticos, científicos y distintas
asociaciones.
Los
científicos dan solución a los problemas aplicando la razón bajo una base lógica.
Las
asociaciones abordan los problemas mediante un gazpacho de razones, donde cada
una pone o quita aliños según sus intereses que van desde: buenos sentimientos,
amor al dinero, disquisiciones filosóficas, poder, crearse un chiringuito para
vivir del cuento…
Los
políticos tratan de solucionar los problemas escuchando a todos, pero siempre
mirando al sillón que les da algo que no llegaron a alcanzar ni en sus mejores
sueños: un buen sueldo, prestigio social… es decir, no quieren soltar la teta, por
lo que es difícil que un político acabe con los problemas desde el punto de
vista de la lógica científica, que es la que verdaderamente terminaría con los
contratiempos. Se rodean de expertos o científicos. Nuestro gobierno integra en
su equipo 785 asesores y Pedro Sánchez tiene a su servicio 370, más que
suficientes. Con menos, unos 120 hombres, Colón descubrió América. Pero todo esto
no es suficiente; la cabra siempre tira al monte y la teta es la teta.
Siendo
adolescente, en varias ocasiones, le pregunté al tío Pedro qué era la política.
Nunca me respondió. Un día en el que le estábamos echando de comer a los
perros, todos ladraban al vernos con el pan. Los coscurros iban cayendo al suelo
y los canes se tiraban en tromba peleando por ellos. Conforme se hacían con un
trozo se alejaban y callaban. En ese instante el tío Pedro abrió la boca y
dijo: Eso que ves es la política. Todos gruñen hasta que se llevan el chusco.
Los
gatos domésticos (Felis catus), de los que hay unos 370 millones, son
carnívoros depredadores. Con frecuencia campan libremente, ocasionando gran
variedad de problemas.
Hoy, en el cortijo, hay seis gatos. Durante el verano he tenido hasta doce. No son míos. Aparecen, posiblemente, por abandono. Se refugian en las naves. No los alimento para que se vayan. Algunos ya se han adaptado y permanecen. Las plumas son abundantes en sus refugios. Depredan distintos tipos de aves: gorriones, petirrojos… Los nidos son su objetivo predilecto; un buen bocado con muy poco esfuerzo. Los veo vagar a bastante distancia de la vivienda.
Un
grupo de científicos españoles pertenecientes a la Universidad Pablo de
Olavide, la Estación Biológica de Doñana-CSIC, la Universidad Miguel Hernández,
el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados-CSIC-UIB y el Instituto de
Productos Naturales y Agrobiología-CSIC, señalan en una carta publicada en la
revista “Conservation Science and Practice”, cuyo enlace es https://conbio.onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/csp2.12706
que paso a relatar de forma resumida (el texto está en inglés): el gato
doméstico ha estado implicado en más de una cuarta parte de las extinciones
contemporáneas de aves, mamíferos y reptiles en todo el mundo, y se considera
el depredador invasivo más dañino, causando una mortalidad en estos animales
superior a los que producen los atropellos, el envenenamiento o los cazadores
humanos. Los gatos de colonia bien alimentados continúan cazando presas
salvajes, y debido a sus altas densidades, los gatos callejeros a menudo
ejercen impactos que son varias veces mayores que los ejecutados por los
depredadores nativos. Los perjuicios de los gatos son especialmente severos en
las islas, y la ley española, sin duda, dificultará la conservación de las faunas
endémicas de Canarias y Baleares. Además, son vectores y reservorios de
numerosas enfermedades que pueden poner en peligro la vida silvestre y dañar la
salud pública. Los gatos ferales deben desaparecer, incluidas las colonias,
pues pueden poner en peligro la conservación de la biodiversidad.
Las colonias de gatos callejeros están sostenidas (alimentación, veterinario, refugios…) por presupuestos públicos. El anteproyecto de ley prohíbe la eliminación de los felinos, reemplazando esta por la castración. La capadura solo reduce la población cuando se realiza de manera elevada durante largo tiempo y con contigüidad espacial, siendo sus costos muy elevados.
Es
contradictorio que el Ministerio encargado de proteger la biodiversidad proteja
a un devastador de esta. ¿Por qué privilegiar a una especie en detrimento de
otras? Urge bajar la población de felinos “vagabundos” y limitar que deambulen
libremente los que poseen dueño.
Entre
las enfermedades susceptibles de propagar los gatos se encuentra la
toxoplasmosis: afecta a la vida silvestre que se desarrolla próxima a áreas
urbanas. Un gato infectado puede llegar a eliminar 250 millones huevos de
toxoplasma en una semana. Los huevos (ooquistes) permanecen varios años en
suelo y aguas con capacidad infectiva,
pudiendo afectar a cualquier mamífero o ave, incluso a humanos. La trasmisión
se produce por medio de la inhalación o ingesta. La toxoplasmosis es peligrosa
para las embarazadas, debiendo de iniciar el tratamiento lo más pronto posible,
ya que el parásito puede atravesar la barrera placentaria y causar daños en el
feto. Si el sistema inmunitario está fuerte el parásito rara vez afecta al
animal o persona parasitada.
Hay
otro conjunto de enfermedades cuyas probabilidades de trasmisión son pequeñas,
pero que están ahí, y que son: Los arañazos, pueden trasmitir la bacteria
Bartonella henselae causando infecciones en la piel o la esporotricosis,
también producida mediante arañazos o mordedura. La toxocariasis, este parásito lo eliminan
por las heces y los humanos se contagian al ingerirlo, pudiendo afectar a
diversos órganos: hígado, corazón, pulmones… La anquilostomiasis causada
por el Ancylostoma duodenale o Necator americanus que penetra la piel humana
causando: fiebre, hemorragia hepática, anemia… La trasmisión de muchas de estas enfermedades se
solucionan mediante una desparasitación periódica. Circunstancia que no se da
en esta población felina.
La
enfermedad más peligrosa que pueden trasmitir los gatos es la rabia. La última
muerte humana acaecida en España fue por la mordedura de un gato, en Marruecos,
y se produjo el 14 de diciembre de 2019 en Vizcaya. Los gatos vagabundos, que
son apresados, son castrados, vacunados de rabia, marcados mediante una pequeña
muesca en la oreja y soltados. Si vuelven a ser apresados, al ir marcados son
liberados nuevamente sin más tratamiento. Con esta mecánica el gato solo se
vacuna de rabia una vez, cuando se castra, y no se desparasita prácticamente
nunca. La vacunación antirrábica, según el tipo de vacuna, puede cubrir hasta
tres años en el mejor de los casos. Un gato doméstico puede vivir hasta los
quince años. A los gatos vagabundos se les ha dado hasta ahora una media de vida
de 5 años, debido a que no han dispuesto de buena alimentación ni de refugio. Hoy, con la ley de bienestar animal, estos problemas están solucionados y su vida se
alarga. Quiere esto decir que todos los gatos vagabundos pasan la mayor parte
de su vida sin inmunidad ante la rabia. Hablamos de los gatos que han podido
ser capturados, ¡Que no son todos! Los no capturados no disponen de ningún tipo
de vacuna.
Si
a todo esto le sumamos que la castración se hace con presupuestos municipales y
hay municipios que la realizan y otros no, es otro punto más que ratifica lo
absurdo de esta medida. Si todos los municipios españoles la ejecutasen,
seguiría siguiendo absurda, aunque menos.
Una
gata tiene sus primeras crías a la edad de los 8 meses. El número de gatitos
por parto es de 4 a 6. El número de camadas anuales es de 2 a 3. Teniendo esto
en cuenta y tomando los números más bajos, una gata no capturada puede
proporcionarnos 10 gatitos al año. Con estos números y alimentándolos bien, es
imposible bajar la población felina mediante la castración.
Lanzo
la siguiente pregunta: Si soy mordido por un gato callejero, ¿Quién es
responsable? Supongo que aquella persona que lo alimenta, protege, le
proporciona refugio, se hace responsable de él y lo inscribe a su nombre en el
momento en que lo castra. Es decir, el gobierno, ya sea estatal, autonómico o
municipal. Esperemos que no haya ninguna muerte por rabia, pues en caso de producirse, ¿habría que imputársela al estado?
Las
molestias a los vecinos es otro problema que crean las colonias felinas ¿Por
qué un ciudadano está obligado a soportar que un animal altere su descanso,
mientras a otros animales no se les permite? Caso de los perros del vecino cuando ladran,
recoger las heces cuando defecan, captura de perros vagabundos… ¿Por qué esta
misma vara de medir no se aplica a los gatos, que a la vez son dañinos para la
biodiversidad?
En
fin, mi opinión: la ley que protege a las
colonias felinas, gatos ferales y gatos vagabundos, en una ley absurda que va a
provocar daños sanitarios, biológicos y molestias a la población. Los que han
realizado esta disposición dejan patente su ignorancia en temas ambientales y
sanitarios. Si la castración es efectiva en cinco años, la población felina tendría que estar por debajo del 50%. Si esto no ocurre, el gobierno debería adoptar
otras medidas y eliminar costosos chiringuitos, aunque el daño que el gato está
haciendo a otras especies ya no tiene remedio. No entiendo el motivo en
proteger a una especie, de la que hay sobre población, en perjuicio de otras
que están en peligro.
No
quisiera pasar la oportunidad, antes de despedirme, de dar una pincelada del “personaje”
que va a estar al frente del cortijo de la dirección general animalista. Sergio
García Torres, el que dijo que cazar es
un capricho, sádico e innecesario. Solo para calmar instintos asesinos, va a
ser el individuo puesto a dedo, sin estudios superiores ni formación
especializada para la función que desempeña y sin méritos más allá de estar en
la órbita de los que se reparten el pastel. En el año 2021, por estar al frente
de este chiringuito, recibió un sueldo de 86.108 euros. A los directores
generales les faltan unos euros para llegar a los 60.000 € por desarrollar su trabajo. Él cobra más por el complemento de productividad ¡No se rían, es así!
Este complemento, no está hecho para premiar al que más trabaja, está pensado
para seguir repartiéndose la tarta entre los de siempre.
Según
la Ley del Régimen Jurídico del Sector Público las direcciones generales
deberían ser ocupadas por funcionarios de carrera. Pero esta ley también dice
que si no se encuentra a nadie idóneo en la Administración General puede
elegirse una persona que no sea funcionario. De aquí para abajo ya se necesita
tener buena preparación, es decir, ser funcionario de carrera, aprobar unas
oposiciones, acreditar unos estudios, méritos... Para ser jefe con que la
cabeza pueda sostener el sombrero es suficiente ¡Así nos va! En esta excepción
se basó Pablo Iglesias ― “el de la casta, el de vivir en el barrio en una
vivienda humilde”― para colocar a uno de sus militantes en el chiringuito
creado ¡Vamos, que entre todos los
funcionarios españoles de carrera no había ninguno con conocimientos para ocupar ese
puesto! Sergio, con nula formación especializa sobre el tema, se ha puesto al frente de sus
correligionarios sacando el Anteproyecto de Ley de Derechos de los Animales y
Bienestar Animal, consiguiendo poner de acuerdo a científicos, veterinarios,
biólogos, sociedad civil, juristas… en una cosa: esto es un bodrio. Para hacernos una idea de los disparates que
nutren este proyecto basta decir que se han presentado 657 enmiendas y 6.000 alegaciones.
Pues
bien, desde el cortijo que ocupa, está regando con millones de euros a las
asociaciones afines a su causa, a la vez que está poniendo contra las cuerdas
al mundo rural. https://vidapastoril.blogspot.com/2022/08/acoso-al-mundo-rural.html
Dicho popular: No hay nada más peligroso que un tonto con iniciativa.
Bibliografía:
https://conbio.onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/csp2.12706
https://revistajaraysedal.es/sergio-garcia-torres-cobra-mas-que-el-presidente-del-gobierno/
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Autor: Antonio Rodríguez Rodríguez / veterinario y ganadero.
Blog: https://vidapastoril.blogspot.com/
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